En
una oportunidad, varios escritores eligieron la palabra Bondad como su
palabra preferida explicando que su falta hace del mundo un lugar frío.
Todos pueden percibir su falta, pero no todos se han preparado para
recibir la bondad que viene de Dios. Conozcamos hoy su significado y
su verdadero alcance.
La Bondad
La bondad se asemeja mucho a la benignidad; por lo tanto, la persona
bondadosa tiene un comportamiento generoso e indulgente (que perdona)
para con las demás personas. La persona que posee esta virtud no mide
sacrificios para ayudar y hacer valer la fuerza del amor. Podemos ver
un ejemplo de bondad en la parábola del buen samaritano (Lucas
10:30-35).
La persona bondadosa es suave y dulce; no se mira a sí misma y mucho
menos espera de la otra parte la recompensa; por el contrario, no ve
color, ni sexo, ni belleza o situación financiera de la otra persona;
primeramente su placer es glorificar al Señor Jesús a través de sus
actos de generosidad.
Texto extraído del Libro “Las obras de la carne y los frutos del Espíritu” del Obispo Macedo
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