2 jul 2011

Basta

¿Hasta cuándo vas aceptar vivir esta situación de humillación?
Esto no es el plan de Dios para tu vida, pero decir basta no es suficiente, la acción es necesaria para provocar el milagro.
Cuando la persona está enojada o indignada por la situación es llevada a tomar una acción, las palabras no son suficientes.
Si deseas poner fin a tu sufrimiento, haz algo al respecto y no te quedes de brazos cruzados esperando a ver si pasa algo.
Indígnate con el mal, pero no de boca.
Los valientes jamás retroceden, sus ojos sólo ven el objetivo.
Basta de vergüenza, humillación, pobreza, desestructuración familiar, la vida sentimental atada, basta.
¿Sabes cuándo Ana puso fin a su humillación?, cuando se indignó, dejó de llorar e hizo algo para atraer la atención de Dios, que la bendijo y le dio el hijo tan deseado, Samuel.

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