
Tuvo
que realizar un viaje de negocios y mientras esperaba en el avión le
rogó a Dios que le mostrara algo que le diera un poco de esperanza y
fuerza, pues a pesar de los problemas el siempre confiaba en Dios. Ese
era un día oscuro y tormentoso, tanto que las fuertes lluvias casi
impidieron el despegue del avión.
Al
despegar con toda la turbulencia el avión se movía y la turbulencia era
impresionante y aquel hombre vio como se elevaba por encima de la
nubes, dejando abajo la tormenta.
Notó
que sobre las nubes brillaba siempre el sol, radiante como siempre y
ahí estaba el mismo cielo azul que las nubes no dejaban ver.
Esto
le dio las fuerzas y el ánimo que necesitaba pues vio que sin importar
qué tan fuerte sea la tormenta Dios siempre está ahí por encima de todos
los problemas, brillando con todo su esplendor.
Tu vida puede andar tal vez no en el mejor momento, puede ser que no
veas
claro pero debes creer que no estás sólo, por encima de esos problemas
se encuentra aquel que te creó, pero que permite que veas la tormenta
para que aprecies el sol radiante y el cielo azul que está creado para
ti.
Sin importar en el momento de tu vida que este momento te llegue, recuerda siempre que hay luz por encima de la tormenta.
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