La
mujer de Virtuosa dedica su tiempo completo a dar el bien, a pensar
cómo dar el bien a sus seres queridos, las que son casadas lo dan tanto
a su esposo como su alrededor. Si tu quieres ser una mujer de Dios y
virtuosa este es un factor muy importante que se debe tomar en cuenta,
debemos ser no sólo sabias en el momento de hablar y cómo hablar, sino
también de cómo pensamos, y actuamos hacia los demás.
En la vida con Dios tus sentimientos
son los que menos deben salir ni estar a flor de piel, en nuestra boca
siempre debe estar la fe con la sabiduría, sembremos hoy el bien en
cada persona que conozcamos, aunque no conozcamos a la persona del
todo, la mujer virtuosa da el bien en su manera de hablar, de
comportarse y de ser con los demás. Empieza hoy a ser generosa, a ser
bondadosa, a hacer el bien. “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”. Gálatas 6:9.
No nos cansemos de luchar en contra del
mal, siempre debemos de dar el bien aunque recibamos lo contrario,
recuerda que lo que siembras hoy, aunque tarde en crecer la semilla,
eso, cosecharás mañana.
Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.
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