27 ene 2011

CUANDO DIOS SE ENFURECIÓ CONMIGO


El otro día yo estaba linda y esplendorosa haciendo mi oración, cuando la bronca vino con todo furor…
Yo decía: “Mi Dios, ayúdame, quiero hacer la diferencia” y repetía… “¡Oh, Mi Dios, ayúdame a hacer la diferencia!”.

En ese momento vino la respuesta inesperada…
“¿Hasta cuándo te quedarás orando pidiendo que Yo haga algo que TU tienes que hacer?”.
“¿Quieres hacer la diferencia? ¡Ve y hazla! ¡Actúa! ¡Piensa! ¡Actúa!”.
“¡Pocos son aquellos que están actuando y muchos aquellos que, como tú,  están orando y pidiendo que Yo haga aquello que ELLOS tienen que hacer!”.
Después de eso, me sentí zonza, pero eso me hizo pensar… Y yo tengo certeza de que Dios adora cuando nosotros pensamos en vez de hacer las cosas de manera mecánica.
Miremos a nuestro alrededor y busquemos cuántos son los que están haciendo la diferencia, sea donde sea, en el trabajo, en la iglesia, en la familia, en casa, ¡en el infierno!
Menos almas en el infierno significan que alguien está haciendo la diferencia…
En situaciones en donde nadie sobresale, es más fácil, pues hasta lo mínimo que hagas va a ser la diferencia, pero claro, no queremos hacer lo mínimo, ¿no es cierto?
Hacer la diferencia no es tan difícil, pues pocos están actuando, pero tampoco es tan fácil… Exige sacrificios…
Pensado en eso comencé con mi listita (mi manía ahora son listas para todo)… 
 Cosas que necesitas pensar para actuar y hacer la diferencia: 

  1. ¡Primero de todo! Cuidado con las intensiones de tu corazón. Tu deseo debe ser agradar a Dios y no llamar la atención o alcanzar alguna posición.
  2. Observa, mira aquello que nadie quiere hacer, ve y hazlo para Jesús. 
  3. Colócate a disposición y sé dispuesta.
  4. Haz las cosas sin que nadie te las pida. Para eso necesitarás pensar y observar qué debe hacerse.
  5. No seas prejuiciosa! ¡Eso es muy importante! 
  6. Huye de la rutina. La rutina puede hacerte prejuiciosa, ¿sabías?
  7. Haz siempre más de aquello que se te pidió. 
  8. Ve a la lucha sin miedo, pues, con seguridad, la respuesta vendrá.
Mire su vida. ¿Haces la diferencia en la vida de tu marido? ¿De tu familia? ¿En tu trabajo? ¿En tu iglesia?
¿Todo para Jesús?

Todavía estoy completando mi lista, mas ya estoy actuando… Si tienen más cosas para agregar, por favor, escríbanme…

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