1. Estar bien con Dios: El cristiano que no está bien con Dios, abre la posibilidad de ser tocado por los espíritus malignos, por los espíritus de la miseria. Esta vulnerabilidad hace con que estos males lleven a la persona a una vida de decadencia en todos los ámbitos de su vida. Si usted quiere crecer y ser independiente financieramente, no puede dejar a un lado su comunión personal con Dios. Esta comunión debe ser colocada como un fundamento y a la vez una prioridad para el desarrollo de su vida económica.
2. Vivir por la fe para ser digno de las bendiciones de Dios: Cuando hablamos de vivir por la fe, no nos referimos a vivir de las emociones, sentimientos, etc. Vivir por la fe, es vivir realmente creyendo en lo sobrenatural (fe inteligente), es este tipo de fe es la que lleva a la persona a ser “merecedor” de las promesas escritas en la Palabra de Dios y a colocar en práctica su palabra. Cuando es manifiesta este tipo de fe, no hay dificultades ni adversidades que hagan que la persona se rinda, pues esta fe, es el punto clave de motivación, coraje, fuerza y espíritu que requiere la persona para vencer y alcanzar a través de la presencia de Dios lo que desea en la vida. “Y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6)
3. Honestidad: Celar por la honestidad no debe ser apenas un valor que aprendemos, debe ser un valor que como cristianos estamos obligados a practicar. El engaño, la torpeza, la malicia, no pueden estar en usted. Sin credibilidad, ni sus clientes ni sus empleados podrán creer en usted. La credibilidad es lo último que se pierde, y se pierde cuando una persona deja de colocar en práctica su honestidad. No hay nada mejor en el mundo de las finanzas que mantener una buena reputación. De esta manera sus clientes y los suyos podrán depositar su confianza en el trabajo que usted desempeñe.
4. Hacer un voto de aprender constantemente: cuando hablamos de aprender constantemente, debemos considerarlo como una estrategia de sobrevivencia en el mundo competitivo actual. El continuo aprendizaje nos garantiza el éxito y el desarrollo como empresarios. Dedíquese simplemente a ser un buen competidor en el mercado, ¿Cómo? Haga cursos de gestión empresarial, de liderazgo, capacítese para ser un emprendedor y perfeccione su talento. Es tiempo de plantar y cosechar.
2. Vivir por la fe para ser digno de las bendiciones de Dios: Cuando hablamos de vivir por la fe, no nos referimos a vivir de las emociones, sentimientos, etc. Vivir por la fe, es vivir realmente creyendo en lo sobrenatural (fe inteligente), es este tipo de fe es la que lleva a la persona a ser “merecedor” de las promesas escritas en la Palabra de Dios y a colocar en práctica su palabra. Cuando es manifiesta este tipo de fe, no hay dificultades ni adversidades que hagan que la persona se rinda, pues esta fe, es el punto clave de motivación, coraje, fuerza y espíritu que requiere la persona para vencer y alcanzar a través de la presencia de Dios lo que desea en la vida. “Y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6)
3. Honestidad: Celar por la honestidad no debe ser apenas un valor que aprendemos, debe ser un valor que como cristianos estamos obligados a practicar. El engaño, la torpeza, la malicia, no pueden estar en usted. Sin credibilidad, ni sus clientes ni sus empleados podrán creer en usted. La credibilidad es lo último que se pierde, y se pierde cuando una persona deja de colocar en práctica su honestidad. No hay nada mejor en el mundo de las finanzas que mantener una buena reputación. De esta manera sus clientes y los suyos podrán depositar su confianza en el trabajo que usted desempeñe.
4. Hacer un voto de aprender constantemente: cuando hablamos de aprender constantemente, debemos considerarlo como una estrategia de sobrevivencia en el mundo competitivo actual. El continuo aprendizaje nos garantiza el éxito y el desarrollo como empresarios. Dedíquese simplemente a ser un buen competidor en el mercado, ¿Cómo? Haga cursos de gestión empresarial, de liderazgo, capacítese para ser un emprendedor y perfeccione su talento. Es tiempo de plantar y cosechar.
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